Es para muchos conocidos que
desde que Portugal y España se dedicaron a navegar hacia el sur de África
decidieron repartirse el mundo en dos, una parte para cada uno, como si de un
pastel de cumpleaños se tratase. La primera vez esta partición se ratificó en
el famoso tratado de AlcaÇovas-Toledo, donde se solucionó por un lado la
cuestión dinástica de Castilla, yendo a parar el trono a manos de la famosa
Isabel La católica, y marginando de sus derechos a Juana, la única hija de
Enrique IV, así como que Portugal renunció a unirse por medio de linaje con la
corona castellana. En el tema de reparto de tierra, Portugal se quedaba con
todo lo que había al norte de las Islas Canarias y Castilla, al Sur de estas.
Claro está que por aquella época todavía no había llegado Colon y su
descubrimiento de América. Estamos en 1474.
Cuando Colon descubre América y
se entrevé que aquello puede ser grandioso, los monarcas castellanos empezaron
a frotarse las manos y los portugueses se pusieron a reclamar lo que decían que
era de ellos, según el tratado del que hablábamos antes. Como no se ponían de
acuerdo, puesto que los españoles alegaban que el viaje había sido hacia el
oeste y no hacia el sur, lo pusieron en manos de la Iglesia, es decir, el
papado, que en aquel entonces tenía a un español al frente, Rodrigo Borgia,
conocido como Alejandro VI. Un primer intento de acuerdo dividía el mundo de
oeste a este, siendo el oeste para castellanos y el este para portugueses. No
conformes los portugueses con este acuerdo, hubo que mover la línea de
separación un poco más hacía el oeste, cortando aproximadamente por la frontera
de lo que conocemos hoy como el Brasil actual. Entonces los portugueses sí
firmaron el tratado y todos tan contentos. Fue en torno al año 1494.
La cuestión es, ¿por qué los
portugueses aceptaron tan rápido la firma del nuevo tratado justo cuando se
movió la franja de separación un poco más hacia el oeste? Si hubieran aceptado
las coordenadas de la primera división, no hubieran obtenido tierra en América.
¿Quizá sabían en una fecha tan temprana que allí había algo? Bien, pues hay una
teoría que parece demostrarlo y que tiene que ver con la forma de navegar que
llevaron a la práctica los expertos marineros portugueses desde que bajaban a
África.
Desde el principio los
Portugueses desearon bordear África para llegar a las Indias. El plan de la
época era buscar un paso que no supusiera ir por el Mediterráneo. La primera
barrera que franquearon fue el Cabo Bojador, muy cerca de las Canarias. Hasta
ese momento se creía que una vez se cruzaba ya no podías regresar, se creía que
era el punto y final de la tierra habitable (en aquel momento todavía se
pensaba que la tierra era plana aunque ya dentro del mundo de los marineros se
sospechaba que era redonda). Una vez superado el Cabo Bojador el descenso al
sur de África fue más sencillo para los Portugueses. Lo que hacían eran bajar
aprovechando los fuertes vientos Elíseos, luego para regresar (realizar la
volta) debían adentrarse hacia el oeste y localizar la corriente de vientos que
los impulsaría hacia el norte. Es decir, hacían un gran giro o “volta”
aprovechando su conocimiento de las corrientes de aire del planeta (algo que
aprovecharían cuando llevasen a cabo el famoso galeón de Manila). Entonces al
realizar la “volta” y adentrarse hasta el oeste, se puede suponer que
avistarían tierra, la zona que hoy pertenece a la costa de Brasil, antes de que
Colon llegase a América. Es solo una suposición pero quizá los portugueses
conociesen la existencia de Brasil alrededor de 1490.
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