MACHU PICCHU
- Las ruinas de la última gran ciudad Inca.
El
imperio incaico se desarrolló en América del Sur, entre los siglo
XV y XVI. El desarrollo se produjo a raíz de la victoria de las
etnias cuzqueñas (actual Perú) sobre las tribus chancas en el año
1438.
A
partir de ahí se produjo un enorme desarrollo y expansión del
imperio Inca que perecería tras la llegada de los españoles. El
encargado de acabar con este imperio fue Pizarro (junto a ciertos
colaboradores), que además tuvo la suerte de que en ese momento el
imperio Inca acababa de salir de una Guerra Civil con lo que en
parte estaba debilitado. Pizarro acabaría con la vida de Atahualpa,
el último gran señor Inca.
No
obstante, hubo una continuación a raíz de unos incas rebeldes, que
se instalaron en Vilcabamba, su último bastión. El último de
ellos, Tupac Amaru, ha permanecido como un ícono de la independencia
de América latina frente a los extranjeros. Fue detenido por los
españoles y ejecutado en Cuzco en el año 1572.
Hay
que pensar que los Incas, que se autodefinían como seres divinos
descendientes del sol, gobernaron un inmenso imperio habitado por
doce millones de personas a lo largo de 4000 kilómetros de los Andes
y unido gracias a una red viaria que alcanzaba los 40.000 km.
No
sería hasta el año 1911, cuando el estadounidense Hiram Bringham
llegaría a las ruinas de Machu Pichu cuando lo que buscaba realmente
eran la ubicación de Vilcabamba, en el valle del río Urubamba.
Aunque
toda su vida Hiram Bringham creyó que Machu Picchu era Vilcabamba,
hoy en día los estudiosos han determinado que este último bastión
Inca estaría situado a unos cien kilómetros al noroeste de Machu
Picchu, en una zona conocida como Espíritu Pampa.
- La primera expedición a Machu Picchu.
Es
cierto que desde el siglo XIX se nombra el enclave donde está
asentado Machu Picchu en los mapas pero nadie había puesto un pie en
las ruinas hasta la llegada de Hiram Bringham, cuya información
sobre las ruinas se la dieron unas familias indígenas que vivían en
Aguas Calientes. Fue una expedición complicada la del año 1911
puesto que todos los edificios estaban cubiertos de maleza y fue una
ardua labor sacarlos a luz con calor, humedad y a una elevada
altitud. Hay que tener en cuenta que en aquella época la
arqueología todavía era una aventura y solo hay que echarle un ojo
a los relatos de los expedicionarios que contaban cosas como
desgarros en las piel, espinas clavadas y trabajando muchas veces al
borde de enormes precipicios.
Hay
que decir que Hiram Bringham era profesor de la Universidad de Yale y
la expedición la llevó a cabo con fondos de la National Geographic
Societe, con lo que eran verdaderos científicos los que llegaron
hasta allí.
- ¿Qué fue Machu Picchu?
La
ciudad fue construida en el siglo XV , en tiempos de Pachacuti, el
vencedor de la guerra de los Incas contra los chancas, por lo que
Machu Picchu comenzó a construirse en la época de mayor auge
militar y econòmico de los incas. La ciudad fue erigida, habitada y
abandonada en menos de cien años. Su abandono debió de ser
programado debido a la escasez de restos metálicos del yacimiento.
Machu
Picchu se divide en tres partes: una zona ceremonial, otra
residencial y una zona de terrazas de cultivos. Debido a la escasez
de tierras en los Andes, los Incas construían terrazas superpuestas
que rellenaban de tierra y era donde cultivaban el maíz y la coca,
los cultivos que se producían en esta ciudad. Al ser una zona muy
empinada, a parte de las terrazas, abundan también escaleras
talladas en la piedra. El conjunto y la orografía del terreno es muy
simbólica con lo que ha dado lugar a diferentes interpretaciones
sobre su utilidad. Los Incas veneraban las montañas y Machu Picchu
está enclavada en una cresta entre dos montes vinculados al plano
simbólico: pico viejo o Machu Picchu (2900m.) y Huayna Picchu
(2600m.) Además están circuncidado por el río Urubamba que también
tenía connotaciones sagradas. Los Incas adoraban ciertas montañas y
ciertos ríos, con lo que el enclave de Machu Picchu no deja de ser
muy significativo a nivel simbólico. Contaba además con una gran
roca labrada conocida como intihutana que actuaba como reloj solar y
marcaba los solsticios de verano y de invierno.
- La leyenda de Machu Picchu.
Seria
el arqueólogo estadounidense Hiram Bringham el que dio un aire
mítico a todo el recinto, utilizando nombres apasionados para las
magníficas obras arquitectónicas que encontró. Por ejemplo, a un
torreón que contaba con una función astronómica precisando el
cálculo del solsticio de invierno, lo llamó “Templo del sol”. A
un especie de palacio que seguro que estaba dirigido a la clase
sacerdotal, lo llamó el “Palacio de la Princesa” y a un precioso
templo ubicado cercano a una plaza lo llamó “Templo del Cóndor”,
que contaba con pasajes y edificaciones subterráneas y a otro
“Templo de la luna”, que era una cueva de uso funerario.
También
durante la segunda expedición de Hiram Bringham en el año 1912 y
por error de un osmólogo que los acompañaba, se pensó, tras llevar
a cabo excavaciones en un cementerio, que Machu Picchu estaba poblado
solo por mujeres. Se pensó que era una ciudad refugio para las
“vírgenes del sol”. Esto recogía una vieja tradición Inca que
escogía a las niñas más bellas e inteligentes de ocho años y
pasaban a la “casas de las elegidas”, donde aprendían a
confeccionar tejidos y a elaborar la chicha, bebida sagrada a base de
maíz fermentado. A los catorce años, algunas eran ofrecidas como
esposas a jefes de territorios anexionados y otras se convertían en
mamacunas o sacerdotisas, conocidas como “vírgenes del sol”. En
realidad Machu Picchu estaba formada por una población mixta, con un
número de hombres muy parecido al de mujeres, contando con una
población total de unos mil habitantes.
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