LA DEMOCRATIZACIÓN DEL DEPORTE EN
ESPAÑA
Cabe decir que no soy muy amiga
del futbol y no hay nada que me irrite más que una conversación de lunes dónde
me pregunten por el partido del día anterior. Pero también he de decir que
cuando he visto alguna vez un partido de la selección española he sido incapaz
de moverme del sofá. El fútbol tiene algo especial que puede llegar a provocar
en las personas, incluso en mí, sentimientos tan fuertes como los de una buena
película.
A parte de todo este rollo, cabe
decir que otro de los méritos importantes del fútbol fue su ayuda a la hora de
democratizar el uso del deporte. Entenderéis que antes de la llegada del “juego
del balón” como se le llamaba entonces, el deporte era algo restringido a la
alta sociedad, y casi se puede decir que a la hípica. Había algunos gimnasios,
también para la clase alta, donde se practicaba la esgrima, pero esto estaba
totalmente alejado de las clases populares, tanto por su excesivo coste (¿quién
podía comprarse un caballo?), como porque el deporte no estaba bien valorado,
se consideraba que los niños ya jugaban demasiado y los adultos pasaban el
escaso tiempo libre que disponían en la cantina (estamos hablando del género
masculino).
Como todos sabéis el fútbol es un
deporte oriundo de Inglaterra y en España su llegada se relaciona con grupos de
ingenieros británicos asentados en las zonas mineras. Por ese motivo, el primer
club de fútbol moderno fue el Recreativo de Huelva, en relación con los centros
mineros de Riotinto. Poco a poco, se iría formando la red de equipos que forman la liga actual: Bilbao
(1898), F.C. Barcelona (1900), el Madrid (1902), que no sería Real hasta los
años 20, el Sevilla (1905) y el Betis (1907).
Pues a raíz de este modelo se
popularizó al resto de la sociedad y llegó un momento que en cada lugar de
España, en cada barrio, aldea, calle, había un equipo de fútbol. Las causas son
obvios, lo económico, un balón o unos trapos enrollados, y que casi valía
cualquier terreno para practicarlo. Incluso la Institución Libre de Enseñanza,
órgano de gran importancia en la educación española, apoyaba su difusión,
organizándose viajes a Inglaterra. Cabe decir que esta institución no estaba
muy de acuerdo con la práctica de ejercicios físicos en las escuelas por su
similitud a los ejercicios militares.
Hasta ahí entendemos la
importancia del fútbol como fomento del deporte, tanto activo como pasivo,
espectáculo de masas. Pero, ¿de donde viene esa “pasión” futbolística? Bueno
pues yo creo que es algo intrínseco al deporte rey, sino lean lo siguiente: en
el año 1902, celebrando la mayoría de edad de Alfonso XIII se organizó en
Madrid unos partidos de fútbol que serían la antesala de la actual copa del
rey. Pues bien, el alcalde de Madrid cedió una copa del plata para el ganador y
se vendieron todas las entradas, en total 200. Los caballeros que acudieron al evento
lo hicieron en cierta medida de un modo antropológico porque la mayoría desconocían
las reglas del juego y el propio rey no acudió al evento, considerando que no
era de gran importancia. Pues bien, cinco años más tarde, en 1907, jugando el
mismo título, se produce la victoria ajustada del Madrid frente al Vizcaya.
Este último solicita la anulación del partido por la actitud “hostil” del público.
Ya se había formado la pasión. La rivalidad estaba servida de ahí en adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario