ESPARTA
El
mundo de los espartanos es algo que se puso muy de moda a raíz de la
película estadounidense 300, basada además en un episodio real con
toques legendarios que recogieron todos los historiadores de la
antigüedad: la batalla de las Termópilas. Hasta el día de hoy nos
ha llegado la expresión de que algo es “espartano”cuando
queremos decir sin lujos o austero y es que el modo de vida de los
espartanos es bastante peculiar y diferente al nuestro. Vamos a
intentar analizar de forma clara y sencilla su sociedad.
Como
en toda la Grecia antigua Esparta era una de las ciudades estado más
importantes del momento, cuyo punto álgido podemos decir que está
en torno a los siglos VII ac – VI ac y que terminará de forma
definitiva ante la dominación romana de Grecia.
Esparta
se encontraba situada entre en la península del Peloponeso a orillas
del río Eurotas. Era un territorio formado por poblados campesinos
cuyas tierras fueron conquistadas por los espartiatas alrededor del
siglo VI ac. A raíz de estas conquistas la sociedad se dividió en
tres estratos fundamentales:
- homoio o iguales, estos son los conquistadores y sus descendientes
- periecos, los descendientes de los pueblos que se entregaron pacificamente en la conquista. No eran ciudadanos pero se les permitía negociar, trabajar en fábricas, etc
- hilotas o esclavos, eran los descendientes de los pueblos que tuvieron que ser conquistados por la fuerza. No se les permitía el comercio y eran una especie de esclavos estatales, adscritos a unos lotes de tierra fija.
Como
os podéis imaginar los que mejor vivían de todos eran los homoio
o ciudadanos de pleno derecho, aunque su modo de vida era muy duro
comparado con lo que entendemos a día de hoy por vivir bien. Eran
estos homoio los que vivían en sus carnes la famosa educación
espartana que tan valerosos guerreros los hacían.
Los
homoio, nada más nacer, eran examinados por un consejo de
ancianos que evaluaba quienes eran aptos para seguir con vida y
quienes no. Los que no eran aptos eran abandonados o sacrificados a
las afueras de la ciudad. Los que tenían la suerte de seguir
adelante serían educados al modo espartano. Es decir, vivían con
sus familias, más bien con sus madres, hasta la edad de 5 o 7 años.
A partir de esa edad eran entregados al estado que completaban su
formación, de una manera muy dura, hasta hacer de ellos soldados. Su
educación se basaba sobre todo en la educación física, el honor,
entrenamientos militares y lectura. No había nada más importante
para un espartano que el honor y la guerra. La alimentación de los
niños mientras estaban en este agogé, así se conocía a la
educación, era muy escasa y muchas veces tenían que robar o ir de
caza para poder salir adelante. Si no superabas la agogé no
era considerado ciudadano. Este etapa duraba aproximadamente hasta
los 20 años donde su vida era especialmente dura: la escasez de
comida se completaba con ir descalzos, poca ropa de abrigo, rituales
de supervivencia durante varios días en los bosques, latigazos
sistemáticos... La creación del ciudadano soldado era tal en los
espartanos que entre sus lemas se encontraba: “vencer o morir;”
incluso las propias madres de los soldados, cuando iban a la guerra,
les decían: “vuelve con tu escudo o sobre él”. Es decir, gana o
muere.
En
cuanto a la positivo, para ellos, es que nada más nacer, por ser
homoio les entregaban un lote de tierras con unos cuentos
hilotas que trabajan para él, para que él pudiera dedicarse
a la vida militar sin dar otro palo. Normalmente los hilotas
tenían que darle ¼ de la cosecha.
Los
espartanos, por su constitución, tenían prohibido tener lujos, por
ejemplo poseer oro o plata, se bañaban en agua fría, comían de
forma muy sobria, llevaban el pelo cortado a la raíz hasta que
cumplían la mayoría de edad cuando se dejaban crecer melena. Tenían
además la obligación de contraer matrimonio para tener hijos y eran
un número francamente reducido, alrededor de los 20.000, con lo que
practicaban una política de miedo contra los hilotas que los
superaban en cantidad ampliamente.
Los
homoio, que luchaban como hemos dicho contra la vida opulenta,
llevaban a cabo comidas comunitarias, por eso que aunque no se les
permitía el lujo, no podían ser pobres y debían administrar
correctamente sus bienes porque tenían que contribuir con unas
cantidades fijas de alimentos para estas comidas comunitarias. Estas
se llamaban fiditías, que
como se puede ver su término está relacionada con la amistad
(fidelidad). Los espartanos comían de quince en quince y a menudo
dejaban participar a los niños que estaban en formación. Cuando un
muchacho entraba a participar en una
fiditía, se acercaba al
más anciano de los hombres y señalando las puertas decían: “fuera
de estas no ha de salir palabra”. Si alguno de los
homoio no podía poner
su aporte para la comida comunitaria perdía su condición de
ciudadano. Como anécdota indicar que lo que solían comer los
espartanos, que era como la comida típica, algo así como decir
paella en Valencia, era el caldo negro. Era carne de cerdo o jabalí,
cocinado en su propia sangre y aderezado con vinagre y sal, es decir
nuestro estómago creo que no estaría muy a gusto consumiéndolo.
Como curiosidad final quiero hablaros de un episodio que recoge
Heródoto ocurrido durante las Guerras Médicas. Las Guerras Médicas,
eran las batallas de los griegos contra los persas (medos) en el
siglo V ac, donde lograron vencer los griegos. Os quiero hacer un
breve apunte para que comprendáis lo de la austeridad espartana.
Durante esta guerra y tras la huída de Jerjes y Mardonio (persas) el
rey espartano Pausanias encontró los enseres que utilizaban los
persas para comer: mantelerías, ricas vajillas de oro y plata, todo
muy suntuario y mandó por un lado preparar la comida al estilo persa
y por otro lado al estilo espartano. Una vez hecho esto mandó llamar
a los otros jefes griegos y les dijo: “Griegos la razón por la
cual os he convocado aquí es que quiero demostraros la insensatez
del persa que pese a tener medios de vida como los que veis aquí, ha
venido a nuestra patria a arrebatarnos los nuestros, que son tan
míseros”.
Genial, ¿no? Otro día hablaremos de las Guerras Médicas que
engloban las batallas más clásicas y conocidas de la historia: la
batalla de Maratón, de Termópilas, Salamina, etc
No hay comentarios:
Publicar un comentario