Mucho
se ha leído estos días en internet sobre el hecho de que el mundo
se acaba el 21 de diciembre de 2012 según lo recopilado por el
calendario maya. Bien, no sé hasta que punto esas conjeturas pueden
ser ciertas pero sí os contaré que las profecías aztecas e incas
han sido muy claras (o no) en el pasado.
Supongo
que a todo el mundo le sonará Hernán Cortés, ese español, que en
torno al 1519 decidió ir a conquistar el imperio Azteca, ubicado en
torno a lo que hoy consideraríamos México y que por aquel momento
tenía al frente una figura tan importante como Monctezuma. A
raíz de una profecía, Monctezuma confundió a Cortés como
descendiente o enviado Quetzalcoatl,
uno de los dioses más importantes de los aztecas, quién según la
leyenda volvería para reconstruir su ciudad, algo que se
interpretaba como el final del imperio azteca. Es más, según las
fuentes, esos datos coincidían con el reinado de Monctezuma y
durante algunos años previos a la llegada de Cortés una serie de
fenómenos naturales parecía confirmarlos: eclipses, terremotos,
etc...
En
la conquista de Perú, Pizarro se benefició de algo similar ya que
según la profecía de Viracocha, dios creador y uno de los de más
categoría del panteón inca, durante el reinado del XII inca
llegarían unos hombres por mar que destruirían el imperio. No podía
ser más clara. Se cumplió.
NOTA:
-Los
mayas son diferentes a los incas y los aztecas (ver mapa).
-La
concepción del tiempo en el calendario maya es diferente a la
nuestra. Para empezar su idea del tiempo es cíclica. Tiene un
principio y un final que enlazan. Hay varias formas de medir su
tiempo: el
ciclo sagrado o Tzolkin (20 meses de 13 días), el solar o Haab (18
meses de 20 días más uno de sólo 5); el siglo Maya (empezaba
cuando el inicio de ambos coincidía el mismo día) y la Cuenta
Larga. (que contaba el número de días transcurridos desde la
creación (5.125 años). Bien, pues es este
último. Debido a su estructura temporal tenían la necesidad de
ponerle un punto y final a las cosas. A nosotros esos no nos hace
falta, nuestro tiempo es lineal
-Por
otro lado, tanto la profecía azteca como la inca se confundieron: ni
Pizarro ni Cortés eran dioses, ni semidioses, ni enviados de los
dioses. Eran unos señores que por ciertos motivos se vieron
obligados a cruzar el Atlántico para ver que se podía conquistar
por allí.
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